¿Eres de los que se frustran porque comes sano pero no pierdes peso? Puede ser que estés tomando demasiada cantidad de comida sana. Sólo porque algunos alimentos sean saludables, integrales o naturales no significa que no tengan calorías (los frutos secos son un gran ejemplo). Sinceramente, los únicos alimentos que realmente puedes comer sin límite son las verduras verdes. Con respecto al resto, tendrás que prestar atención si lo que quieres es perder peso y quemar grasa.
1. Lee la información nutricional
Esto es lo más importante que puedes hacer cuando tomes comida envasada. ¿Cuántas veces has comprado algo que parecía un aperitivo sano y te has acabado comiendo toda la bolsa? Puede que pienses que no pasa nada, pero si miras la información nutricional, verás que toda la bolsa no es tan saludable como pensabas. Mira el paquete, fíjate en la información por porción, toma esa porción y guarda el resto. Practica. ¡Esto tienes que hacerlo bien!
2. Deja de obsesionarte con las medidas y las básculas de comida
¿Realmente tienes que pesar y medir toda tu comida? Bueno, sí y no. Si no tienes ni idea de cuánto comes de forma regular, está bien que seas riguroso al principio. Pronto le cogerás el tranquillo y sabrás cuánto es una porción (sobre todo con las comidas que tomes normalmente). Después de un tiempo no tendrás que ser tan preciso y podrás calcular a ojo de forma sencilla. Si tienes tiempo para medir y pesar, ¿por qué no? Pero no te estreses si no lo puedes hacer siempre. No es realista y no tiene por qué ser perfecto.
3. Usa las manos
Si no estás seguro al 100% de si estás tomando una porción, usa la mano. Una porción de proteína debería ser del tamaño de la palma de la mano, los carbohidratos del tamaño del puño y las grasas del tamaño del pulgar (más o menos ¼ de aguacate o una cucharada de aceite). Comprueba con la mano rápidamente si la comida va en proporción. Esto funciona si sales a comer fuera porque puedes pedirle al camarero que te prepare lo que sobre para llevar. Muchos restaurantes dan unas raciones gigantes que pueden sabotear tus esfuerzos.
4. Regístralo todo
El siguiente paso es empezar a registrar lo que comes. Recuerda, no se trata de ser perfecto ni extremadamente preciso. Se trata de ser consistente y tomar consciencia de lo que comemos. ¡Así alcanzarás tu objetivo en nada de tiempo!